Los 70s
La moda: no estar a la moda
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Durante la década de los 70s comienzan a verse los resultados de los movimientos sociales que marcaron la década pasada, sobre todo en lo relacionado a la lucha feminista y la lucha contra la segregación racial.
Así, en 1970 tiene lugar en Nueva York la primera gran marcha por la liberación de la mujer, en la que 50 mil mujeres se echaron a las calles para exigir, entre otras cosas, el derecho al aborto y la igualdad de oportunidades laborales y educativas.
Cuatro años después, en 1974, la modelo y actriz Beverly Johnson se convierte en la primera mujer negra en ser portada de Vogue EEUU.
La moda de la década de los 70s se caracteriza por ser extravagante y divertida. Así pues, encontramos que conviven los maxi vestidos con siluetas desenfadadas y estampados con colores vibrantes, herencia de los últimos años del movimiento hippie. Y las contraculturas, como el glam, el rasta o el punk, que llegaron para revolucionar la moda de la década.
Este último surge en Inglaterra con el objetivo de agitar a la sociedad británica, y tuvo como uno de sus puntos neurálgicos «SEX», una tienda de moda punk y fetichista dirigida por el empresario Malcolm McLaren y por una joven diseñadora llamada Vivienne Westwood, quien se acabaría convirtiendo en la máxima exponente de la moda punk hasta nuestros días.
En lo que a tejidos respecta, si hay dos tejidos característicos de este periodo son el poliéster, que alcanza su uso máximo en la década de los 70s y el denim, que se reinventa de la mano de diseñadores como Calvin Klein. Óscar de la Renta o Ralph Lauren, pasando de ser ropa de trabajo a ser ropa de calle.
