¡Sombreros arriba! Santa Catalina y la fascinante tradición que une historia y moda

En el Museo del Automóvil y la Moda de Málaga celebramos la moda no solo como expresión estética, sino como un lenguaje que conecta épocas, culturas y memorias. Por eso, cada 25 de noviembre levantamos nuestros sombreros —literalmente— para rendir homenaje a una festividad con siglos de historia: el Día de Santa Catalina, la jornada en la que la moda, la artesanía y la creatividad se coronan con un accesorio tan simbólico como el sombrero.

De Alejandría a la pasarela: el origen de una tradición

La historia se remonta al siglo IV, cuando Catalina, una joven alejandrina de inteligencia extraordinaria, desafió abiertamente al emperador romano al negarse a realizar un sacrificio pagano. Su elocuencia y su preparación intelectual superaron no solo al propio emperador, sino también a los filósofos convocados para rebatirla, muchos de los cuales acabaron convirtiéndose al cristianismo.

El martirio de Catalina, rodeado de episodios legendarios, como la ruptura milagrosa de las ruedas destinadas a torturarla, la elevó con el paso de los siglos a patrona de múltiples causas. Entre ellas, la de las jóvenes casaderas, especialmente a partir de los 25 años, origen de los rituales que darían forma a la fiesta que conocemos hoy.

Santa catalina de Alejandría por Maestro de Fráncfort, hacia 1510
Catherinette circa 1900
Cromolitografía publicitaria de Guerin-Boutron, finales del siglo XIX
Partitura de “Les petites Catherinettes” ilustrada por A. Soulié.- 1910
2 Dos Catherinettes en París – 1909

Sombreros, alfileres y esperanza

Durante la Edad Media, las imágenes de Santa Catalina en las iglesias se vestían cada año con una nueva cofia confeccionada por las jóvenes solteras. Los alfileres que se añadían, uno a los 25 años, dos a los 30 y tres a los 35, se convirtieron en símbolos de deseo, temor social y, cómo no, humor colectivo.

En paralelo surgieron las “Catherinettes”, jóvenes que pedían a Santa Catalina un buen marido mientras lucían sombreros elaborados por sus amigas en dos colores muy significativos:

Verde, símbolo de fe o de familia

Amarillo, representante de la sabiduría o la esperanza

Una tradición tan curiosa como entrañable, acompañada de plegarias tan directas como populares:

Un esposo, Santa Catalina…
Uno guapo, Santa Catalina…
Uno rico, Santa Catalina…
Uno bueno, Santa Catalina…
Y pronto, Santa Catalina.

 ‘Catherinettes’  de Schiaparelli – circa 1940
‘Catherinettes’ con Pierre Cardin  – 1977

La alta costura adopta la tradición

Hacia 1900, los sombrereros franceses vieron en las celebraciones de Santa Catalina una oportunidad perfecta para mostrar su talento. La festividad se transformó en una auténtica pasarela artesanal, repleta de piezas audaces y creativas, que consolidó a Santa Catalina como patrona no oficial de los sombrereros, conocidos en inglés como milliners.

Con el paso del tiempo, la industria de la moda incorporó esta jornada como un rito de iniciación para las jóvenes aprendices: un día en el que recibían sombreros de sus casas de alta costura, compartían un refrigerio y quedaban libres para disfrutar de las celebraciones.

Aunque la tradición perdió fuerza por su carácter restrictivo, limitado solo a mujeres solteras de hasta 25 años, las casas de moda la han revitalizado en el siglo XXI con una visión más inclusiva y contemporánea.

 ‘Catherinette’  de Dior- 2024
‘Catherinette’  de Dior con Stephen Jones – 2024
‘Catherinette’  de Balenciaga- 2024
‘Catherinettes’ y Nicolases de Schiaparelli – 2024
‘Catherinettes’  y Nicolases  de Balenciaga- 2024
‘Catherinettes’ de Schiaparelli – 2024

Santa Catalina hoy: creatividad sin fronteras

En la actualidad, la festividad renace cada año en París, donde el Hôtel de Ville acoge un pequeño fashion show protagonizado por jóvenes talentos del sector. Sombreros creados por reputados milliners, como el icónico Stephen Jones, desfilan reinventando los colores tradicionales o explorando la esencia visual de las grandes maisons.

La celebración ya no distingue edades ni estados civiles; hoy es un tributo compartido a la creatividad, la artesanía y la historia de la moda.


Ahora que conoces la leyenda… ¡es tu turno!

En el Museo del Automóvil y la Moda de Málaga te invitamos a dejar volar la imaginación, a celebrar la moda como un arte atemporal y, por supuesto, a preparar tu sombrero para rendir homenaje a Santa Catalina como merece: con estilo, personalidad y un toque de audacia.

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